Título: El guardián invisible
Autor: Dolores Redondo
Nº páginas: 440
Editorial: Destino
Sinopsis: La inspectora Amaia Salazar, oriunda de Elizondo, se verá obligada a regresar a su tierra para perseguir al mitológico basajaun, responsable de la muerte de varias adolescentes, obligadas en la muerte a regresar a la infancia. Pero el asesino no será lo único a lo que Amaia tendrá que enfrentarse; su pasado, que ella creía olvidado, regresará con fuerza y la obligará a superar los fantasmas que se agazapan en los rincones más oscuros de su memoria.
Crítica: La novela que Redondo ha escrito mezcla tantos elementos que resulta una trama muy singular. No se limita únicamente a una novela policíaca; envuelve los crímenes y la historia en un halo de mitológicas criaturas, ritos antiguos y terroríficos horrores, con ciertas descripciones que resultan apabullantes, estremecedoras, que sobrecogen las entrañas. Desde luego, El guardián invisible no es una simple novela de crímenes, y su relato puede no ser apto para todos los públicos debido a la crudeza de la trama, no sólo la referida a los casos que investiga la inspectora, sino también la propia historia de Amaia, hasta el punto en que podemos sentir la maldad emanando de las mismas páginas, tal y como la siente la protagonista.
Redondo no sólo describe de forma magnifica los escenarios en los que transcurre la historia, sino que retrata a los personajes desde la más oscura perspectiva. Los divide claramente en dos bandos: aquellos sumidos en la crueldad, deseosos de hacer daño; y los «buenos», los que son para la inspectora Salazar una luz que iluminan su existencia, ayudándola en el día a día, mientras ella se mantiene en una frágil barcaza que amenaza con hacerla zozobrar. Gracias a esta oposición, a esta bipolaridad, Redondo consigue retratar la Humanidad en su faceta más real, tan perversa como benefactora, que es lo que resulta, casi, lo más aterrador de esta historia.
Por otro lado, la forma en que Redondo va desarrollando los métodos policiales son diferentes de las novelas policíacas que haya leído hasta ahora. Resultan de una autenticidad, de un realismo, que resulta difícil de creer que Redondo no haya sido testigo de su propia novela, poniendo sobre papel sus propias vivencias.
Una novela singular, diferente, con un final que consigue hacernos ansiar la segunda parte a fin de averiguar toda la oscura historia que rodea al pueblecito de Elizondo.