Título: Anna Karénina
Autor: Léon Tolstoi
Nº páginas: 1187
Editorial: Alba
Sinopsis: Anna Karénina, dama de la alta sociedad rusa, viaja a Moscú por petición de su hermano, quien tiene problemas con su esposa al descubrir ésta la infidelidad de su marido. Durante su estancia, Anna conocerá al príncipe Vronski, quien inmediatamente se enamora de ella y comienza a cortejarla. Pese a que Anna le rechaza en un principio en nombre de la moralidad, Vronski no tarda en hacerle olvidar a su marido y su hijo y conseguir lo que quiere apelando a la importancia de la propia felicidad.
Crítica: Debido al film que recientemente se ha estrenado, Anna Karénina está en boca de todos. Hace poco, leí una crítica de la película, en la que se afirmaba que el argumento principal de la obra de Tólstoi es el adulterio y, en segundo plano, la búsqueda de la felicidad. No, señores, no; es al contrario: la búsqueda de la felicidad llevó a Anna a cometer adulterio, puesto que estaba enamorada de Vronski y no de su marido. De la misma forma podemos ver que Levin busca desposar a Kitty, puesto que su felicidad va unida a ella, pero cuando es rechazado, Levin regresa a su granja sin esperanzas de ser feliz, pese a que en el fondo anhela que las circunstancias cambien para que se evapore también su infelicidad.
Por otra parte, otro de los trasfondos de esta obra es la hipocresía y la falsedad de la alta sociedad rusa, defensora a ultranza de la moral de cara a los demás, pese a que ellos mismos no estén por encima de las tentaciones y los placeres mundanos. Sin embargo, Anna Karénina se diferenciará de ellos en que no contradirá su modo de actuar con su testimonio. Esto, en la época en la que vivió Tólstoi, supuso un gran revuelo, puesto que lo primordial era el qué dirán, la formalidad con vistas al público e incluso en la intimidad. Los esposos se trataban de usted, y la palabra del cabeza de familia era la ley, por lo cual, que una mujer fuese tan independiente como Anna era impensable. Por ello, resultó una obra chocante, que marcó un antes y un después.
La novela resulta demasiado extensa, demasiado grandiosa como para que una simple crítica de unas pocas palabras le haga justicia. Resulta una obra que tiene mucho más de lo que aparenta a simple vista, y cada personaje es digno de un exhaustivo estudio, comparando su propia evolución con la de Tólstoi, puesto que es inevitable que en una obra de estas magnitudes el autor vierta parte de sí mismo en ella. No obstante, puedo decir que, a medida que me vi inmersa en su lectura, me resultó una novela un tanto pesada, pero puesto que es un efecto que siempre causan en mí los escritores rusos del S. XIX, no es algo que me sorprendiera. Eso sí, la forma de describir de Tólstoi hace que uno se sienta transportado a los salones del S. XIX, rodeado de la alta sociedad rusa, no como con Guerra y Paz, la cual resultó excesivamente descriptiva y contundente, sin esos amoríos que al menos entretienen en Anna Karénina.