Archivo mensual: noviembre 2013

«Los años de peregrinación del chico sin color» Haruki Murakami

Título: Los años de peregrinación del chico sin color

Autor: Haruki Murakami

Nº páginas: 320

Editorial: Tusquets Editores

Sinopsis: Tazaki Tsukuru, oriundo de Nagoya que vive en Tokio diseñando estaciones de tren, lleva una vida tranquila y sosegada, si bien en lo más profundo de su ser tiene una profunda herida de dieciséis años de antigüedad aún sangrante, provocada por sus amigos de la adolescencia, quienes le expulsaron del grupo sin motivo aparente. Cuando conoce a Sara, decide poner fin a su agonía y contacta con aquéllos que le hirieron sin compasión.

Crítica: Los años de peregrinación del chico sin color se desarrolla en Tokio, Nagoya y Finlandia. Se trata de una novela relativamente corta, cuya trama, si bien puede resultar un poco insulsa a primera vista, es más profunda de lo que parece. A través de la relación de Tsukuru con sus amigos y el mazazo que éste recibe tras su expulsión del grupo, Murakami expone una serie de sucesos que marcan la vida del joven Tsukuru, haciéndole cambiar tan profundamente que al cabo de unos años, cuando los amigos se reencuentran, no le reconocen.

Al igual que sucede en la vida de todo ser humano, hay una evolución, en ocasiones fruto del retroceso. A través de constantes saltos en el tiempo, Murakami nos retrata a un adulto Tsukuru cuya herida sigue abierta y es más profunda de lo que él mismo pensaba, pero así y todo, decide averiguar qué sucedió en el pasado, qué provocó que sus amigos lo expulsaran de su lado, pues si bien sucedió largo tiempo atrás, se trata de una barrera que le impide avanzar en el presente.

Otro de los temas expuestos en Los años de peregrinación del chico sin color es la falta de confianza en uno mismo, cómo las dudas nos pueden llevar a los pensamientos más irraciones, haciendo que nos subestimemos y consideremos que no merecemos la compañía, la amistad o el amor de otras personas, personas que se esfuerzan en estar a nuestro lado porque ven aquello que a nosotros se nos escapa. Precisamente esa falta de confianza en uno mismo es lo que llevó a Tsukuru al borde de la muerte tras el rechazo al que había sido expuesto.

En general, la nueva novela de Murakami es entretenida en cuanto a la intriga por saber qué sucedió entre los amigos que tan buena relación tenían. Asimismo, se lee rápido, aunque no es de las mejores novelas que haya leído, ya que al tratarse de un personaje con tan poca opinión de sí mismo, resta fuerza a la historia e, incluso, la decolora; al tratarse de «el chico sin color», apuesto a que no se trata de un defecto en la historia o la trama, sino todo lo contrario.

Una de las ideas que más me han gustado de la novela ha sido el hecho de que Tsukuru se enfrentase a sus temores y a sus antiguos amigos, en busca de la verdad y a fin de poner punto y final en aquella historia que tanto le marcó. En un gesto de aliento hacia todos aquellos que dejan ciertos sucesos o malentendidos sin solucionar, cargando con ellos el resto de su vida, sin ser capaces de avanzar por carecer de la fuerza necesaria para ello. Al fin y al cabo, no podemos controlar lo que sucede a nuestro alrededor, pero sí cómo enfrentarlo y superarlo.

Los años de peregrinación del chico sin color

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«Y las montañas hablaron» Khaled Hosseini

Título: Y las montañas hablaron

Autor: Khaled Hosseini

Nº páginas: 384

Editorial: Salamandra

Sinopsis: Todo comenzó cuando Sabur, padre de Abdulá y Pari se lleva a sus hijos a Kabul en 1952, vendiendo a su hija pequeña para poder mantener al resto de su familia. A partir de ese momento, la vida de cada uno de los miembros tomará caminos diferentes sin que la distancia o el tiempo puedan cambiar sus raíces.

Crítica: Y las montañas hablaron se desarrolla no sólo en Afganistán, sino también en Francia y EEUU. Asimismo, tampoco hay una única voz cantante; a lo largo de la novela, múltiples protagonistas alzan sus voces a fin de contar sus propias experiencias, unidos, de una forma u otra, a Pari y su hermano Abdulá.

Esta nueva novela de Khaled Hosseini es espléndida. Recorre los destinos de diferentes miembros de una misma familia, desde puntos de vista cercanos o lejanos, construyendo unos personajes tan humanos que resulta increíble que sólo vivan en la mente de este magnífico autor. A través de saltos temporales y espaciales, conocemos las virtudes y defectos de aquellos que se vieron involucrados de una forma u otra en el destino de Pari, ya fuera para separarla de su hermano o para ayudarla a buscar sus raíces en la lejana Afganistán, tambaleando el ya de por sí frágil mundo en el que ella había asentado su vida.

Y las montañas hablaron es un grito al amor en todas sus facetas, pero sobre todo al amor familiar, al paternal, el que envuelve a los padres y a los hijos, a los hermanos, a los primos y sobrinos. Un amor tan fuerte que deja huella sin importar la distancia que separe a los involucrados, haciendo que luchen para estar de nuevo en compañía de su propia familia. Aunque, si bien es cierto, Hosseini nos muestra que no siempre la familia es nido de afecto, tal y como retrató con el caso de la pequeña Roshi.

La novela está dividida por capítulos, cada uno de los cuales está dedicado enteramente a personajes diferentes que, sin importar cómo ni cuándo, están relacionados con Pari o Adbdulá. No obstante, esta relación queda en ocasiones en segundo plano, puesto que la importancia de estos personajes es la suya propia: que son humanos, que tienen familia para bien o para mal, y que todos tenemos obligaciones y pecados con los que cargar. De esta forma, recorremos cincuenta años de la vida de los protagonistas, años durante los cuales la vida los zarandea de un sitio a otro hasta que encuentran su lugar.

Quizás la única pega que pondría a esta novela, merecedora de la más alta valoración (desde mi punto de vista), es que en un mismo capítulo, Hosseini desarrolla saltos en el tiempo dentro de un ya de por sí brinco temporal, provocando confusión y pérdida de orientación en cuanto a la historia se refiere que, sin embargo, se recupera rápidamente. Aparte de eso, son trescientas páginas que vuelan entre los dedos, poniendo de relieve las limitaciones del ser humano, retratándolo tal y como es, sin pretender que sea héroe ni villano, sino simplemente humano.

Y las montañas hablaron

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