Título: La ladrona de libros
Autor: Markus Zusak
Nº páginas: 544
Editorial: Lumen
Sinopsis: Con apenas diez años, Liesel es dada en adopción junto a su hermano por su madre. Sin embargo, el niño muere en el trayecto y ella se enfrenta a la desesperación de encontrarse rodeada de extraños completamente sola. Corre el año 1939 y el Führer comienza a hacer de las suyas en Alemania y Europa, afectando a Liesel más allá de lo que la niña había imaginado.
Crítica: La ladrona de libros es singular en varios aspectos. El primero, y el más llamativo de todos, es que la narradora no es una voz omnisciente cualquiera, sino que se trata de la mismísima Muerte, quien va relatando los hechos que rodean a Liesel. En segundo lugar, la acción transcurre en la Alemania nazi, desde el comienzo de la Segunda Guerra Mundial hasta la liberación en 1945. Mucho se ha escrito sobre lo que vivió la población civil en esos cruentos años, pero sobre todo centrándose bien en Londres, bien en Francia; pero, ¿cómo sería la vida de un alemán contrario a la ideología nazi en la Alemania de aquel momento? La ladrona de libros lo retrata muy bien: miedo, opresión, desesperanza, impotencia… Y en medio de este panorama de desolación y muerte, una niña y su mejor amigo mantienen su inocencia a flote a fin de vivir plenamente su infancia.
Personalmente, la novela me ha encantado. Está escrita de un modo poco convencional, desarrollando las descripciones de forma inusual y encantadora, coloreando aquellos desoladores años. Además, se trata de una historia de supervivencia, supervivencia gracias a la familia, los amigos y, por encima de todo, los libros. Volúmenes y volúmenes que hicieron soñar a Liesel, abriéndole un nuevo mundo que hasta entonces había estado vetado para ella, si bien la forma de conseguirlos no era la más adecuada.
En cuanto a los personajes, Zusak ha conseguido un equilibrio maravilloso, en especial en cuanto al hogar de adopción de Liesel se refiere, con su padre Hans y su madre Rosa; pero también con los amigos de los que se rodea la niña, compaginando los típicos adolescentes con la despiadada ideología nazi, puesta en práctica en las Juventudes Hitlerianas, grupos a los que debían pertenecer todos los adolescentes. Asimismo, pone de manifiesto la desgarradora relación de los jóvenes alemanes ajenos al nazismo y desconocedores de la realidad, que se ven obligados a contemplar el trato que reciben los judíos, con aquellos fervientes admiradores de Hitler. Tiempos convulsos, crueles e inmisericordes. Una novela que pone de relieve el dolor y la desesperación, pero también la inocencia y humanidad.
La pluma de Calíope 